domingo, 9 de abril de 2017

¿CUMPLIDA  LA PROFECÍA ACERCA DE SIRIA Y DAMASCO?

Desde el reciente ataque de EUA a Siria se ha hecho viral el texto bíblico de Isaías 17: 1, 2 que dice:  

Profecía contra Damasco: ¡Miren a Damasco! ¡Ya no será una ciudad! ¡Será convertida en un montón de escombros! Abandonadas quedarán las ciudades de Aroer; serán pastizales donde los rebaños comerán sin que nadie los asuste.



Al tomar sin ninguna clase de análisis el texto anterior pareciera tener un alto grado de coincidencia con la situación que vive actualmente Siria y su capital Damasco, pero un análisis más serio nos llevará a concluir que dicho oráculo profético ya se cumplió ¿en qué momento preguntarán? Se cumplió en la época del profeta Isaías y para corroborarlo solo tenemos que leer la Biblia. Lean antes y detenidamente Isaías 7: 1-17 y 2 de Reyes 16: 7-9; 17:1-23.  

A continuación el resumen de dichos pasajes (por favor no pasen de acá si no han leído antes los textos bíblicos propuestos) 

Asiria, Siria (Aram), Israel y Judá
En la época del profeta Isaías, el poderoso imperio Asirio se encontraba en expansión. Dicho crecimiento representaba una verdadera amenaza para Siria e Israel, ya que ambas naciones se encontraban en su camino y en ese orden. Por tal razón Rezin rey de Siria y Peka rey de Israel deciden concertar una alianza con el objetivo de oponerse al inexorable avance Asirio. Consumada la alianza siroefraimita (Siria e Israel) invitan a Acaz rey de Judá para que se una a ellos con el fin de hacerse más fuertes. Sin embargo, Acaz de Judá se niega a unirse a ellos y en represalia Siria e Israel intentan tomar a Jerusalén. En esos momentos de crisis YHVH envía a Isaías para decirle a Acaz que no tema las intenciones de Damasco y Samaria  (capitales de Siria e Israel) ya que no son más que dos tizones humeantes. El profeta de Dios anima al rey de Judá a que confíe en Dios, sin embargo Acaz se niega a poner su confianza en Dios ya que para ese entonces él ya había consumado un acuerdo con el rey Tiglat Pileser de Asiria para que lo protegiera de Siria e Israel. Después que Tiglat Pileses tomara las riquezas que Acaz le ofreció, subió contra Siria y destruyó y desoló Damasco, llevándose cautivos a sus moradores y terminó matando a Rezin rey de Siria 

Ahora nos preguntamos ¿Cuándo ocurrió la destrucción de Damasco que se menciona en Isaías 17:1, 2? Fue en el año 732 a.C. y es relatada en 2 de reyes 16: 7-9. Otra pregunta más ¿Cuándo ocurrió la destrucción de Israel que se menciona en Isaías 17:3? Fue 10 años después, en el 722 a.C. tal como se relata en el capítulo siguiente del libro de los reyes (17:1-23) Esto nos muestra el cumplimiento histórico de la profecía de Isaías ¿Habrá otro cumplimiento? Si usted afirma que sí, entonces deberá sustentarlo con la Biblia. 

Después de lo anterior propongo lo siguiente: 

a) estudiemos seria, personal y responsablemente la Biblia conociendo su historia, sus contextos, etc. al hacerlo, permitiremos que ella diga lo que quiso decir y no lo que nosotros queremos que diga.  

b) dejemos esa insana práctica de andar buscando en la Biblia textos o profecías para hacerlos concordar sin más con acontecimientos actuales, cometiendo de esa manera gravísimos errores exegéticos y hermenéuticos. 

c) conozcamos las razones subyacentes de las diferentes guerras y conflictos y juzguémoslas desde la perspectiva del reino de Dios. Las guerras no se dan de la nada, hay de fondo causas que deberán ser conocidas y juzgadas a la luz de la justicia, la equidad, el derecho a la vida y la dignidad de los pueblos que son principios de vida que el Señor nos propone a través de su reino. 

Además ¿Quién les ha dicho que las guerras y las sediciones son señales inequívocas del fin? ¿Acaso no dijo Jesús lo contrario? El Maestro dijo: 

Cuando sepan de guerras y de revoluciones, no se asusten. Es necesario que eso suceda primero, pero el fin no vendrá en seguida (Lucas 21:9).

Así que no se alarmen ya que el fin no vendrá en seguida, mejor analicemos estas situaciones teniendo como trasfondo el Sermón del Monte de Jesús. 




No hay comentarios.:

Publicar un comentario