PRESO SIN PROCESO
Lea
Hechos 16:16-24; 35-40
La
cita bíblica de arriba nos narra los sucesos que tuvieron lugar después que una
joven adivina fue liberada por el poder de Cristo en Filipo. Liberada del poder
diabólico que la poseía, perdió sus capacidades adivinatorias trayendo
perjuicio a sus amos que se lucraban de ella a manos llenas. Sus crueles amos
atraparon a Pablo y a Silas y con violencia los llevaron al Ágora (plaza
pública) con el fin de acusarlos formalmente ante las autoridades civiles. Es a
partir de este punto que deseo que descubramos algunas lecciones de gran valor
y actualidad acerca de la astucia de los codiciosos, la manipulación de las
masas, la omisión de los debidos procesos judiciales y la postura cristiana ante
los abusos.
1)
exacerbaron el prejuicio popular: «𝒂𝒏𝒕𝒊𝒔𝒆𝒎𝒊𝒕𝒊𝒔𝒎𝒐» (v.20)
2)
denunciaron una grave violación a la ley romana: «𝒂𝒍𝒕𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒐𝒓𝒅𝒆𝒏 𝒑𝒖́𝒃𝒍𝒊𝒄𝒐 𝒚 𝒍𝒂 𝒅𝒊𝒇𝒖𝒔𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆 𝒊𝒅𝒆𝒂𝒔 𝒓𝒆𝒍𝒊𝒈𝒊𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒊𝒍𝒊́𝒄𝒊𝒕𝒂𝒔» (v.20)
La
acusación captó exitosamente la atención del pueblo y de sus autoridades al
tiempo que ocultaba el único interés que tenían aquellos esclavistas: «𝒆𝒍 𝒆𝒄𝒐𝒏𝒐́𝒎𝒊𝒄𝒐». La acusación exacerbó de tal
manera el prejuicio popular anti judío, que la gente allí reunida terminó
amotinándose contra los apóstoles, sin cuestionar la veracidad de las
acusaciones, y peor aún, sin darse cuenta que se convirtieron en los tontos
útiles de aquellos esclavistas codiciosos.
LA
DEBILIDAD DE LAS AUTORIDADES Las
autoridades civiles estaban en jaque y debían hacer algo, ya que la denuncia en
contra de los acusados era muy grave y a la vez el pueblo estaba ejerciendo una
fuerte presión al haberse amotinado ¿Qué hicieron los magistrados? ¿Investigaron
el caso siguiendo el debido proceso contemplado en el derecho romano o complacieron
al pueblo que exigía una acción punitiva inmediata contra los misioneros a
quienes ya consideraban culpables? Los magistrados optaron por complacer al
pueblo, omitiendo en el acto el debido proceso y así, ordenaron que Pablo y
Silas fueran desnudados ante una multitud que ávida de sangre, presenció con
entusiasmo sádico cada golpe que los lictores daban con sus varas a los
apóstoles. Después, sin juicio ni condena, los heraldos fueron encerrados en lo
más profundo de un calabozo, con sus pies sujetos al cepo como si fueran
peligrosos criminales.
LA
RESISTENCIA DE PABLO Al
siguiente día, los magistrados dieron la orden para que los misioneros fueran
liberados secretamente de la cárcel. Pablo, se rehusó a acatar la orden
diciendo: «¿Cómo? A nosotros, que somos ciudadanos romanos, que nos han
azotado públicamente y sin proceso alguno, y nos han echado en la cárcel,
¿ahora quieren expulsarnos a escondidas? ¡Nada de eso! Que vengan ellos
personalmente a escoltarnos hasta la salida» (v.37). En este punto cabe
preguntar ¿No hubiera sido más “cristiano” someterse a la orden salir? ¿No hubiera
sido preferible solo dar gracias a Dios por la libertad? Según Pablo no, ya que
con su actitud y rechazo a la orden de los magistrados estaba condenando la ausencia
del debido proceso en su contra, así como la doble moral de ellos.
CONTEXTUALIZANDO
A LOS PROTAGONISTAS
LOS
ESCLAVISTAS
representan a aquellos que al conocer bien los intereses de los políticos y los
prejuicios del pueblo les es fácil manipularlos para su propio beneficio.
LOS
AMOTINADOS
representan a esas personas que son fácilmente manipuladas y utilizadas cuando
otros más astutos que ellas, conocen sus prejuicios y los exacerban para su
provecho. Esas personas asumen como cierta la narrativa de los astutos y no se
toman el tiempo para indagar si es verdadera o no.
LOS
MAGISTRADOS
representan a los funcionarios que, con tal de complacer a la gente, ignoran la
ley y sus debidos procesos a la vez que quieren evitar las consecuencias de sus
ilegalidades.
PABLO representa a los cristianos que
conocen y hacer valer sus derechos y que tienen una postura crítica y firme ante
los abusos.
CONCLUSIÓN Toda persona sin excepción tiene
derecho a ser juzgada siguiendo siempre el debido proceso. Seguirlo, pondrá
freno a los abusos de poder de las autoridades, desoirá las voces de los que no
hacen distinción entre justicia y venganza y evitará el cometimiento de
injusticias.
¿Cómo
evitar injusticias, abusos y arbitrariedades? Actuando apegados a derecho y
siguiendo los debidos procesos de ley para que así el culpable reciba su justo
castigo y el inocente sea absuelto.