miércoles, 16 de septiembre de 2020

 

REMEMBRANZAS ACERCA DEL MIEDO

A principios de los noventas, cuando apenas era un adolescente, oía con mucha frecuencia las prédicas de los evangelistas Yiye Ávila de Puerto Rico y Rogelio Cooper de Panamá. Los programas de ambos: Cristo Viene e Impacto Espiritual respectivamente, constituían mi dieta espiritual. 

Entré a bachillerato en 1990, el mismo año de mi conversión e inspirado por un tío, escogí el entonces bachillerato industrial, opción electrónica. Mis compañeros y yo (había solo una chica) éramos la primera promoción de un colegio otrora ubicado en el centro de San Salvador y que hoy ya no existe.

Un día de 1991, había llevado mi pequeña Biblia de pasta negra y de canto rojo al colegio y en la hora de las prácticas de taller, aproveché para compartirles todo lo que había aprendido de los evangelistas ya mencionados (ese día no nos dieron clase) ¿de qué les hablé? De cómo los sucesos de aquella época anunciaban la inminencia del retorno de Cristo ¡Y vaya que había mucho que decir de los sucesos mundiales que acontecieron entre 1988 y 1991! Lo admito, yo solo repetí lo que ellos predicaban.

Recuerdo que estaban impactados y temerosos, algunos de ellos se me acercaron en privado para contarme sus experiencias de fe en el pasado, varios me rodeaban para hacerme preguntas e incluso cuando salimos de clase hubo uno que en la calle me alcanzó solo para hacerme más preguntas. Pensé que más de uno se convertiría al Señor. Mi sorpresa fue que al siguiente día todos seguían en lo mismo y nada había de ese miedo que tenían el día anterior y fue allí que aprendí algo: «el miedo no provoca auténticas conversiones» ¿Saben cuántos gané para Cristo? ¡Ni uno solo!

Días de crisis mundial como los actuales, son aprovechados por muchos de nosotros para explotar el temor de las gentes, creyendo ingenuamente que eso los llevará al arrepentimiento. Es un hecho que muchas personas están más sensibles y algunas hasta se convertirán de verdad, pero en la mayoría de casos no pasarán de tener miedo y pánico. Cuando todo vuelva a la normalidad ellos también volverán a la suya.

¡Hermanos recuerden! La venida del Hijo del Hombre será como en los días de Noé y de Lot. Todo trascurría con total normalidad. Jesús volverá sin señales previas y la destrucción vendrá sobre este mundo cuando todos digan: «Paz y seguridad». El Coronavirus no anuncia que Cristo viene. Es la Biblia la que anuncia su venida, con o sin pestes.

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