JEREMÍAS Y EL COVID -19
Así ha dicho YHVH de los
ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se
levantará de los fines de la tierra. Y yacerán los
muertos de YHVH en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se
endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre
la faz de la tierra (Jeremías 25: 32, 33)
Se ha citado recurrentemente este texto de para mostrar como Dios ya había anunciado la pandemia que ahora golpea al mundo. Quiero por medio de estas líneas, que descubramos el significado de dicho pasaje, acercándonos sucintamente a la época del profeta, al momento exacto en que se dio dicho anuncio profético y cómo éste ya tuvo su cumplimiento.
ÉPOCA DE JEREMÍAS. De la época del profeta tenemos información bastante precisa, gracias a los datos aportados por los libros de Reyes, Crónicas, Jeremías y algunos documentos extra bíblicos. Su ministerio se desarrolló en el siglo séptimo antes de Cristo (s. VII a.C.) durante los reinados de Josías, Joacaz, Joacim, Joaquín y Sedequías, todos de Judá. Jeremías fue llamado en el año 626 a.C. y su ministerio continuó hasta un tiempo después de la caída de Jerusalén en el año 586 a.C. es decir que su ministerio duró un poco más de 40 años.
CONTEXTO LITERARIO DE LA PROFECÍA. El capítulo 25 consta de dos partes:
La Primera (vs. 1-14) es una profecía que anuncia una serie de acontecimientos ocurridos en el siglo VII a.C. El versículo 1 nos dice que dicha profecía fue recibida en el cuarto año del reinado de Joacim en el año 605 y anunciaba los siguientes sucesos: el ascenso de Babilonia, la destrucción del reino de Judá y de muchas naciones de la época, la caída de Babilonia ante los persas y el subsecuente retorno de los judíos a su tierra (vs. 9-14)
La Segunda (vs. 15-38) nos muestra como la naciones de aquella época beberían inevitablemente del cáliz de la ira de YHVH, empezando por Jerusalén en Judá. Esta parte de la profecía menciona por nombre a varias naciones y pueblos que sufrirían la destrucción, el saqueo y la ocupación por parte de Babilonia.
CONTEXTO HISTÓRICO DE LA PROFECÍA. Según parece, los anuncios proféticos de todo el capítulo 25 tuvieron lugar en el año 605 a.C. que fue el mismo año en que Nabucodonosor ascendió al trono de Babilonia sucediendo a su padre Nabopolasar (v. 1). La sentencia de Dios para todas las naciones estaba dicha y se ejecutaría a través del poderoso y célebre Nabucodonosor.
ACTUALIDAD DE LA PROFECÍA ¿Podríamos afirmar que los versículos 32 y 33 de Jeremías 25 se están cumpliendo hoy con el COVID-19? No estoy tan seguro por las siguientes razones:
1) Lo anunciado ya se cumplió en el siglo VII a.C.
2) La profecía hace referencia a un grupo de naciones específicas alrededor de Israel y que no abarcaban ni siquiera a todo el mundo conocido de aquel entonces.
3) El versículo 33 habla de muertos que no se lloran, que no se sepultan y que quedarán como estiércol en la tierra y no hace falta decir mucho para saber que eso no ha pasado y seguramente no pasará.
4) que cuando se cita en las redes sociales el versículo 33, se interpola la palabra «virus» entre las palabras «mal» e «irá» queriendo de esta manera apoyar una interpretación subjetiva y que no hace justicia al texto como tal. La palabra «mal» o «desgracia, catástrofe, calamidad, etc.» según otras traducciones, se refería a las invasiones llevadas a cabo sobre todo por Babilonia en la época de Jeremías.
CONCLUSIÓN: Aprendamos a estudiar y a interpretar cada texto de las Escrituras recordando que no se debe aislar uno o dos versículos para decir a través de ellos lo que queremos. No olvidemos que cada versículo, cada capítulo, cada párrafo y cada libro de la Biblia tienen su propio contexto y aislar frases o versículos no es otra cosa que tergiversar el sentido del mensaje que Dios quiso y quiere dar.Debemos luchar con esa costumbre, de procurar a la fuerza que los versículos concuerden con cada cosa que vivimos.
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