De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca (Mateo 24:32-35)
Cada 14 de mayo se celebra un año más del nacimiento del moderno estado de Israel. Para una inmensa mayoría de cristianos (evangélicos sobre todo) el texto citado es inequívocamente una profecía que se cumplió ese día en 1948. La interpretación según ellos es esta: Israel es la higuera y cuando florezca, la generación siguiente verá el glorioso retorno de Jesucristo. Pero ¿Este texto es una profecía que anuncia el renacimiento de Israel en lo postrero de los días? La respuesta es definitivamente no y probarlo será relativamente fácil.
Antes que nada debemos ser honestos y reconocer que en la Biblia, Israel es representado bajo la figura de una higuera o de sus frutos los higos (Isaías 28:4; Jeremías 24:1-10; Oseas 9:10; Miqueas 7:1: Marcos 11:12-14) pero no siempre es así, y esta parábola de Mateo es una clara excepción ¿Cómo lo sabemos? Bastará leer y comparar el texto de Mateo con su paralelo en el Evangelio de Lucas. Acá ambos versículos:
(los énfasis son míos)
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está
tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así
también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las
puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que
todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis
palabras no pasarán (Mateo 24:32,33)
También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos
los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos
que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que
suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto
os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El
cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Lucas 21:
29-33)
Al leer ambos pasajes y al compararlos notaremos que son prácticamente
idénticos, con la salvedad que Lucas 21:29 agrega una frase que no está en
Mateo y es esta: “Todos los árboles”. Dicha frase, deja claro
que el texto no está refiriéndose a Israel, ya que el énfasis no es la higuera
como tal.
DEL TEXTO PODEMOS AFIRMAR DOS COSAS:
a) ES SOLO UNA PARÁBOLA Jesús, al pronunciar estas palabras dijo claramente que eran una parábola y los tres evangelistas de los sinópticos lo dejaron por escrito (Mateo 24:32, Lucas 21:29 Marcos 13:28). En ninguna parte del texto se dice o se insinúa que es una profecía que deberá cumplirse en el tiempo final.
b) LA
HIGUERA ACÁ NO ES ISRAEL Cuando
Lucas menciona a la higuera y a todos los árboles, deja claro que en
esta parábola, la alusión a la higuera NO es una representación de Israel. Por
tal razón, la palabra «higuera» deberá tomarse de manera literal y no simbólica
¿Cómo sabía la gente que el verano estaba cerca? Cuando en el mes de abril
empezaban a brotar las hojas en las higueras, pero no solo en ellas, sino
también en todos los demás árboles. De igual manera, cuando los discípulos
empezaran a ver el cumplimiento de los acontecimientos mencionados en Mateo 24,
Marcos 13 y Lucas 21 (falsos Cristos, guerras, persecución, la caída de
Jerusalen en la época romana) sabrían que la venida de Cristo estaría a las puertas.
¿CUANTO DURA UNA GENERACIÓN?
En
ninguna parte de la Biblia se especifica la cantidad de años que dura una
generación. Lo más probable es que dicho término designe al «lapso de una vida»
o el lapso de tiempo que abarca desde el nacimiento hasta la madurez. Hace
varios años atrás, muchos predicadores, incluido el celebérrimo
evangelista Yiye Ávila afirmaban que una generación bíblica era de 40
años y que si se sumaban esos 40 años al año de 1948 resultaba el año 1988
¿Conclusión? Jesús debería volver a más tardar en 1988; ya pasaron 33 años
desde entonces y aún seguimos aquí. En la actualidad hay predicadores como
David Diamond que afirman que una generación bíblica no dura 40 años, sino 70.
En pocas palabras Jesús debió haber vuelto hace 2 años y eso no es otra cosa,
que la estocada final a esta mala interpretación de la parábola de Jesús ¿Qué
dirán después? ¿Qué la generación bíblica dura 100 años? ¿No deberían mejor ser
honestos y reconocer su error al querer convertir una parábola en una profecía?
La sobriedad en la interpretación bíblica no vende ni fascina, en cambio el
alarmismo profético vende y mucho.
¿QUE QUISO DECIR JESÚS EN LA PARÁBOLA?
Esta
parábola se encuentra dentro del gran sermón escatológico de Jesús, que
pronunció mientras estaba sentado en el monte de los Olivos (Mateo 24), dicho
sermón, es la respuesta a estas dos preguntas: ¿Cuándo serán estas
cosas? (la destrucción del templo) y ¿Qué señal habrá de
tu venida y del fin del siglo? A lo largo de todo el discurso, Jesús
profetiza los acontecimientos que tendrían lugar en las décadas siguientes,
entre los cuales destacan la destrucción de Jerusalén por parte de las legiones
romanas y la huida de los cristianos de esa ciudad hacia diferentes partes del
otrora imperio romano (vs. 15 al 22). El objetivo de esta parábola no fue en
ningún momento profetizar una restauración futura de Israel como nación,
sino llamar a sus seguidores a estar atentos y vigilantes ante la cercanía de
su regreso.
¿SE CUMPLIÓ LO PROFETIZADO POR EL SERMÓN?
Ahora
aprovechemos para preguntar ¿se cumplió lo anunciado por Jesús en su sermón
profético? ¡Claro que sí! ¿Cuándo? Pues se cumplió cuando las legiones romanas
rodearon y tomaron Jerusalén en el año 70 de nuestra era (v. 15; Lucas 21:20) y
destruyeron su templo piedra por piedra tal como Jesús lo había profetizado (v.
2). Ahora tomemos nota de lo siguiente: Jesús pronunció este discurso alrededor
del año 30 y la destrucción anunciada por él tuvo lugar en el año 70, es decir
40 años después ¿Qué significa esto entonces? Bueno, que la frase: De
cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto
acontezca tiene sentido y coherencia. De la totalidad de este sermón
solo nos resta esperar el regreso de Jesús.
EN
RESUMEN Un
análisis serio de dicha parábola, nos mostrará que de ninguna manera es un
anuncio profético acerca del nacimiento del moderno estado de Israel, sino,
solo una parábola y nada más. Es más, el discurso que contiene la parábola,
menciona la caída de Jerusalen, la destrucción del templo y la dispersión judía
(ocurridas en el 70 d.C.), pero NUNCA menciona un posible regreso a esa tierra
de la cual serían dispersados, a pesar que el alcance cronológico del sermón
llega hasta la segunda venida de Cristo. Si Jesús sabía que el Padre tenía
planeada una futura restauración nacional de Israel ¿no resulta extraño que no
la mencionara clara o tácitamente en este que es su discurso profético más
importante?
El nacimiento del estado moderno de Israel es un proyecto humano que solo fue
posible por el gran poder económico de la judería internacional. El Israel de
hoy está muy lejos cumplir con la divina misión que YHVH le asignó al
Israel étnico de la historia bíblica y aún más lejos de vivir según los grandes
valores del reino que Jesús inauguró en su primera venida. El nacimiento del
estado de Israel no solo provocó la dolorosa y cruenta separación de judíos y
palestinos que vivían armónicamente en esa tierra, sino que también
ha traído desde entonces más inestabilidad a la región ¿Es ese el
signo evidente del reino de Dios y su justicia? ¡Por supuesto que NO!
¿Debería desaparecer el estado de Israel? No lo creo, esa no es la solución. La
paz, la paz es el camino.
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