viernes, 29 de septiembre de 2017

¿LOS DÍAS SERÁN MAS CORTOS EN EL TIEMPO FINAL?
(Cuando la mala interpretación y la mala percepción se unen)

Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados (Mateo 24:22) 

Desde hace muchos años y hasta la fecha he oído a más de alguien decir que este pasaje se está cumpliendo en nuestros días; ya que según la percepción del que lo afirma, los días duran menos que antes, pero ¿es eso así? La respuesta es no.
Recordemos por un instante lo que aprendimos en primaria en cuanto a los dos movimientos que tiene la Tierra: 

DE TRASLACIÓN Es el movimiento que la Tierra hace alrededor del Sol y que se demora 365 días (y un par de horas más) es decir un año. 

DE ROTACIÓN Es el movimiento que la Tierra hace sobre su propio eje imaginario y que se demora 24 horas o para ser más exactos 23 horas 56 minutos y 4 segundos. Este giro es de Oeste (Occidente) a Este (Oriente) a una velocidad de 1700 kilómetros por hora. 

Si los días se acortarán literalmente así como algunos perciben, significaría indefectiblemente que el movimiento de rotación tendría que incrementar su velocidad para que así los días fueran más cortos. Cabe señala que un drástico incremento en esa velocidad sería catastrófico para nosotros los terrícolas. 



Además si los días fueran más breves ¿no creen que nuestros relojes se atrasarían? Es obvio, ya que la velocidad del movimiento de sus manecillas no está determinada por los movimientos de la Tierra, sino por su mecanismo. Lo mismo aplica para los relojes digitales ¡Los satélites! Los satélites que orbitan nuestro planeta giran a la misma velocidad que éste, ya que solo así pueden conservar su posición y por ende su funcionalidad. 

¿CONCLUSIÓN? Jesús no estaba hablando de días de 24 horas que se verían reducidos en el tiempo del fin. 

PERO queda pendiente la respuesta a la pregunta ¿Qué significa que los días serán acortados? 

El versículo citado al inicio, es parte del sermón profético de Jesús que surgió para dar respuesta a estas preguntas que sus discípulos le plantearon ¿Cuándo será esto, y cual la señal de tu venida y de la consumación de la era? (v.3). El Maestro en buena parte del sermón, se dedica a responder a la primera pregunta ¿Cuándo será esto? Recordemos que Jesús acaba de decirles que el templo de Jerusalén sería desmantelado piedra por piedra (v.2) y era obvio que ellos quisieran saber la fecha de cuando se cumpliría lo anunciado por Jesús. 

En su respuesta, Jesús no les habla de manera explícita de la FECHA de la destrucción del templo, pero sí les dice lo que ocurriría en esos días:

  • Jerusalén sería invadida por las legiones romanas (abominación desoladora) (v.15) comparar con Lucas 21:20-22
  • Ante la invasión de las legiones romanas, la inevitable caída de Jerusalén y la destrucción total del templo, Jesús ordena a sus seguidores en esa ciudad que huyan inmediatamente (vs.16 – 20)
  • Sería un período de terrible angustia (v.21) 


Relieve del Arco de Tito en Roma erigido el año 82 d.C. y
que representa el saqueo del tesoro del Templo en Jerusalén 12 años antes.
La promesa de Jesús de acortar aquellos días se cumplió durante los días angustiosos que vivieron los habitantes de Jerusalén (cristianos y judíos) durante la guerra judía contra Roma (67 - 73 d.C) en la que cuatro legiones al mando de Tito Flavio Vespasiano de solo 27 años de edad, arrasaron la ciudad y su templo. Es justamente en ese contexto cuando Jesús dice que por amor a sus escogidos (la iglesia) esos días fatídicos serían acortados. Debido a la formación escatología que hemos recibido, tenemos la obvia tendencia a ubicar los sucesos antes mencionados en un periodo futuro inmediato a la venida de Cristo. Pero sin el afán de dar el mentís a esa interpretación futurista, me centro en el cumplimiento exacto de esos eventos anunciados por Jesús; ya que los mismos ocurrieron en el año 70 de nuestra era, exactamente como Jesús lo anunció 40 años antes. Cumpliéndose de esta manera lo que el Maestro también afirmó diciendo que no pasaría la generación de su época sin que eso se cumpliera (Mateo 24:34) 

¿CONCLUSIÓN? En ocasiones la mala interpretación de ciertos pasajes bíblicos, nuestra percepción humana y el desconocimiento de ciertos hechos científicos nos llevan a asumir y promover creencias erróneas. 
EL RETO será entonces que nos esforcemos por interpretar correctamente los pasajes bíblicos y que reforcemos aquellas áreas del saber científico que pueden llevarnos a posturas más bíblicas y coherentes. Ahh y no confiemos en nuestras percepciones.  
  


jueves, 28 de septiembre de 2017

ELLOS Y NOSOTROS 
(Desde los márgenes)

Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas DE ELLOS... (Mateo 4:23) 

Biblia Torres Amat
Es típica la afirmación que reza: «el Evangelio según Mateo fue escrito para los judíos». Lo anterior ha dado la pauta para creer que el objetivo principal de dicho Evangelio fue evangelizar a los judíos. Como consecuencia de lo anterior, algunos incluso han llegado a afirmar que el sermón del Monte no es para la iglesia, sino solo para Israel. Pero un estudio cuidadoso del texto de Mateo nos mostrará que su autor es un judío cristiano, devoto de la ley de Moisés que escribe a una iglesia en Siria, de mayoría judía (conservadora y liberal) y minoritariamente pagana (no judía) que está viviendo conflictos:

A) CONSIGO MISMA es decir entre cristianos judíos clásicos (que aún guardaban la ley) y cristianos judíos liberales (que creían que no debía guardarse) que hacían grupo con los cristianos provenientes del paganismo.  

B) CON LOS FARISEOS La destrucción de Jerusalén por los romanos (70 d.C.) implicó:

La destrucción del templo (Mateo 24:1,2) 

La desaparición definitiva de casi todas las sectas judías existentes: saduceos, celotes y esenios. 

La huida de la comunidad cristiana de esa ciudad (Mateo 24:15-21). 

La única secta que sobrevivió a la debacle judía fue la de los fariseos. De ellos surgió un fariseísmo mucho más radical que aquel que enfrentó a Jesús. Este nuevo fariseísmo se convirtió en un acérrimo enemigo que se enfrentaría radicalmente a los seguidores de Jesús de la segunda generación (año 70 en adelante). A partir de allí se produciría una separación cada vez más grande entre judíos y cristianos.

El Evangelio de Mateo se escribió unos diez años después de la destrucción de Jerusalén (80 d. C.) justo en medio de las amargas tensiones entre cristianos judíos y fariseos. Estos conflictos llevaron a los cristianos judíos a encontrar paulatinamente esa identidad propia, que los llevó a verse como un grupo distinto y separado de aquellos judíos que antes ellos consideraban sus hermanos. Esos conflictos y la identidad propia resultante, se puede notar en Mateo, acá unos ejemplos: 

Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas DE ELLOS... (4:23)

Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas DE ELLOS (9:35) 

... y en SUS sinagogas os azotarán (10:17)

Pasando de allí, vino a la sinagoga DE ELLOS (12:9)

Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga DE ELLOS (13:54)

Este “DE ELLOS” de Mateo, nos da la pauta para pensar que aquellos cristianos siriacos¹ hablaban también de un "NOSOTROS". Este “ELLOS Y NOSOTROS” describe con asombrosa claridad los dolorosos conflictos  de esta iglesia con el grupo religioso ultraconservador de los fariseos; muestra a la vez, la separación cada vez mayor que había entre ambos grupos que hasta hacía unas décadas atrás se habían considerado a si mismos como hermanos. La separación fue inevitable, era imposible una conciliación entre los seguidores de Jesús y sus opositores religiosos. 

Ya no estamos en el primer siglo de nuestra era, sino en el siglo 21. Vale la pena que nos preguntemos ¿Será que nuestra fe y nuestra praxis están lo suficientemente comprometidas con Jesús y su reino como para marcar la distancia necesaria entre nosotros y los que se oponen a la fe? No hablo de abstraernos de nuestra sociedad como hacen las sectas, hablo de abanderar los valores del reino de Dios con tal entrega y coherencia que el mundo incrédulo no tenga más opción que rechazarnos.

A Jesús lo acusaron de ser amigo de los marginados y de los pecadores (Mateo 11:19). Nosotros sus seguidores debemos seguir su ejemplo. En otras palabras debemos construir relaciones justas, armoniosas y respetuosas con aquellos que no profesan la fe. Con todo, nuestro compromiso con Jesús y su reino nos llevará en ocasiones a distanciarnos inevitablemente de ciertos grupos sociales, políticos o religiosos que se oponen con sutileza a Jesús y su reino de justicia.

Nuestra identidad como iglesia deberá ser tan clara que habrá temas y ocasiones en los que sera inevitable que hablemos de un  "ELLOS Y NOSOTROS".

¹ Pertenecientes a la región de Siria.  

sábado, 23 de septiembre de 2017

UNA NECESARIA ACLARACIÓN ESCATOLÓGICA ACERCA DE LA ÚNICA SEÑAL DE LA PAROUSIA 
(VENIDA DE JESÚS)

HAGO esta publicación ante las preguntas que me han hecho por mucho tiempo (y recientemente) acerca de si es bíblico o no hablar de SEÑALES que anuncian la venida de Cristo

Cuando Jesús habló acerca de su retorno nos dio algunas claves para entender cómo serán esos días inmediatamente previos a su venida. A continuación solo unos ejemplos.

COMO EN LOS DÍAS DE NOÉ Jesús comparó los días de Noé con su venida (Lucas 17:26, 27) Si leemos el relato bíblico de los días previos a la llegada del diluvio (Génesis 6:5 – 7:13) notaremos algo: NO HUBO NI UNA SEÑAL PREVIA que advirtiera acerca de un diluvio universal. Se enteraron de él solo hasta que llegó.

COMO EN LOS DÍAS DE LOT El Maestro también comparó su venida con los días de Lot quien vivía en Sodoma (Lucas 17:28-30) Igual que en el ejemplo de Noé, si leemos lo que el relato bíblico nos dice de los días previos a la destrucción de Sodoma (Génesis 19:1 - 25) notaremos esto: TAMPOCO HUBO UNA TAN SOLA SEÑAL que advirtiera del fuego que llovería sobre esa ciudad. Se dieron cuenta de la lluvia de fuego hasta que ésta llegó.

¿CONCLUSIÓN? Así como no hubo NINGUNA SEÑAL previa al diluvio universal y a la destrucción de Sodoma y Gomorra, tampoco habrá SEÑALES que anuncien la venida de Cristo. La gente sabrá que vino, cuando venga.



COMO LADRÓN EN LA NOCHE. Hay otro símil que Jesús usa para describir su venida y es el del ladrón que roba en la noche. Él dijo en su gran sermón escatológico:

«Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis» (Mateo 24:43,44)

Jesús mismo, ya glorificado y unos 60 años después reafirmará su declaración de Mateo 24 diciendo: «He aquí, yo vengo como ladrón» (Apocalipsis 16:15)

A esto podemos agregar esta frase de Pablo en (1 Tesalonicenses 5:2) y de Pedro (2 Pedro 3:10) «el día del Señor vendrá “así” como ladrón en la noche»

Ante esta imagen que Jesús usa para describir su propia venida, debemos preguntarnos ¿Qué avisos o señales previas nos da un ladrón antes de entrar a nuestra casa a robar?

Y para no ser exhaustivo ni cansarles termino con esto. A Jesús le preguntaron sus discípulos ¿Qué SEÑAL habrá de tu venida? (Mateo 24:3) a lo cual él responde hasta el versículo 30 de esta manera:

«Entonces aparecerá LA SEÑAL del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria»

¿Lo notaron? Ni los discípulos ni Jesús hablaron de SEÑALES, sino de LA SEÑAL. Singular, no plural. Será justo como en los días de Noé y Lot, se darán cuenta hasta el momento mismo de la venida.

¿Por qué se continúa hablando de SEÑALES y no de LA SEÑAL? A esto respondo: por ignorancia, por terquedad y por cierta dosis de incredulidad ya que al parecer no les basta solo la Biblia para creer que Jesús vendrá y tienen que reforzar su creencia en la Parousia asignando significados “proféticos” a eventos NATURALES.

Amados(as) hermanos si lo que la Biblia dice es suficiente para nosotros, entonces no necesitaremos que un terremoto o un huracán nos diga lo que ya sabemos y esperamos.