JESUS Y LAS MUJERES
El Movimiento de renovación espiritual intrajudío inaugurado por Jesús se caracterizó por inclinarse a los sectores marginados de su época, entre ellos el de las mujeres. Jesús las trató como nunca nadie las había tratado. ¡Jamás! Hubo ni siquiera una sola palabra despectiva hacia ellas. Jesús desafió y cuestionó sin ambages los estereotipos que en su época (y aún hoy) había con respecto a ellas. A continuación unos ejemplos:
LAS MUJERES COMO FUENTE DE TENTACIÓN Cuando se habla acerca de las tentaciones sexuales que experimentan los hombres, es típico culpar casi de manera exclusiva a las mujeres, justificando en el acto a los hombres por el hecho de ser hombres. Para Jesús, sin embargo no era aceptable que las mujeres fueran vistas como fuente de tentación y ocasión de pecado para el hombres, al contrario les advierte a éstos últimos acerca de su propia lujuria (Mateo 5:28,29) Jesús hace recaer sobre el varón la responsabilidad.
NACIDAS PARA LA MATERNIDAD Jesús cuestiona esa mentalidad que había en su época que presentaba la maternidad como cometido supremo de la mujer. Para el Maestro la verdadera dicha de la mujer no está en dar a su marido cuantos hijos éste deseaba, sino en escuchar la Palabra y en ponerla por obra (Lucas 11:27,28)
SU SITIO ES EN CASA En casa de unos entrañables amigos, Jesús corrigió esa opinión generalizada de que la mujer debía dedicarse exclusivamente a las tareas del hogar. Por tal motivo le dice a su discípula Marta que la verdadera bienaventuranza de una mujer es escuchar sus enseñanzas tal como hizo María (Luchas 10: 38-42).
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
¿Qué estereotipos debemos cuestionar hoy con relación a las mujeres? ¿Nos atreveremos a cuestionarlos imitando así a nuestro Maestro y Señor?
¿Qué estereotipos debemos cuestionar hoy con relación a las mujeres? ¿Nos atreveremos a cuestionarlos imitando así a nuestro Maestro y Señor?
¡Oh! ¡Si tan solo los autores del Nuevo Testamento hubieran seguido la praxis de Jesús!
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