jueves, 27 de octubre de 2016

¿BENDECIDOS POR BENDECIR A ISRAEL?
Encontrando el verdadero sentido de Génesis 12: 3

Existe una creencia errónea y antibíblica que afirma que si deseamos ser bendecidos por Dios entonces debemos bendecir e identificarnos con el Estado de Israel; por tal motivo se oye a muchos cristianos decir: ¡bendito seas Israel! o ¡te bendigo pueblo de Dios! etc. otros se sienten ofendidos cuando se señala con justicia los errores de dicha nación al punto de no escatimar ofensas y maldiciones en contra de quien haya osado decir algo en su contra. Otros usan símbolos que no tiene nada que ver con el Israel bíblico y menos con la fe cristiana, como por ejemplo la estrella pagana de seis puntas de la bandera hebrea, o la Menorá símbolo del judaísmo y que por tal motivo no tiene nada que ver con Cristo y su Evangelio. Pero ¿sobre la base de qué ese desacierto teológico, ese fanatismo ciego e ingenuo, y esos exabruptos? La razón es la heterodoxa interpretación del versículo 3 del capítulo 12 de Génesis que dice: 

 “...Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra...”



La lógica irreflexiva hace creer a muchos que cuando se habla de Abraham se incluye en él a todos sus descendientes, en pocas palabras que si bendecimos a los judíos, entonces Dios procederá a bendecirnos a nosotros, pero ¿es esta una creencia bíblica? La respuesta es un categórico NO ¡Jamás nadie entendió ese versículo de esa manera ni en el Antiguo Pacto ni en el Nuevo! Ningún profeta, ningún apóstol ni mucho menos Jesús entendieron ese texto en la forma enunciada ¿Podemos probar el error de interpretación? ¡Claro que sí! Y para eso solo necesitamos un solo versículo y éste está en Gálatas 3:16 que dice: 

“...Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo...”

¿Qué nos aporta Pablo a través de este versículo de Gálatas para interpretar correctamente el texto de Génesis? Tres cosas:

1) RECEPTORES DE LAS PROMESAS Lo primero que nos dice es que las promesas de bendición solo fueron hechas a Abraham y a su simiente. El texto dice claramente “a ABRAHAM fueron hechas las promesas, y a su SIMIENTE”. 

2) IDENTIDAD DE LA SIMIENTE Lo segundo que afirma el texto es la identidad de la simiente de Abraham, el apóstol claramente dice que es Cristo. En pocas palabras las promesas de bendición son solo para Abraham y Cristo,

3) ISRAEL QUEDA EXCLUIDO Al afirmar que la palabra es singular SIMIENTE y no plural SIMIENTES está dejando descartado al Israel étnico como objeto directo de las palabras de YHVH dadas al patriarca en el Génesis.

Cabe preguntarnos según este texto ¿Es la simiente de Abraham el pueblo judío o peor aún el Estado actual de Israel? La respuesta bíblica es un contundente ¡NO! Insisto ¿Quién es la simiente de Abraham entonces? El texto lo dice claramente ¡Cristo! El plan de Dios al escoger a Abraham y de él levantar una nación era alcanzar mediante Jesús a toda la humanidad. Quiere decir entonces, que ustedes no serán bendecidos por bendecir a una nación pérfida, en parte atea, en parte anticristiana, en parte blasfema y en parte pagana ¡Claro que NO! Abraham a quien se le dieron las promesas ya murió. Solo nos queda UNO, solo UNO al que también le fueron hechas las promesas, y ese UNO es Jesús el Cristo. En CRISTO y solo en él serán benditas todas las naciones de la tierra. Solo hay una manera de ser bendecido, y esa es creyendo en el que es la ÚNICA y LEGÍTIMA simiente de Abraham, es decir Jesús el Hijo de Abraham (Mateo 1:1) 

El propósito de este breve ensayo no es promover la animadversión contra el pueblo judío o el Estado de Israel, sino simplemente dar el mentís a toda afirmación teológica que no tiene fundamento en la revelación última y meridiana del Nuevo Pacto. El fanatismo sionista de muchos cristianos evangélicos de hoy hubiera resultado chocante para los apóstoles mismos. Debemos saber que el Creador de todos los seres humanos les ha amado por igual y lo demostró dando a su Hijo Unigénito. La sangre judía, la árabe o palestina vale exactamente igual ante los ojos de Dios. Decir lo contrario es ignorar todo el Nuevo Testamento y retroceder teológicamente 2000 años. Dios hizo muchas promesas a Israel las cuales a su debido tiempo le cumplió, Israel fue escogido con un propósito y ese propósito fue cumplido cuando Jesús tomó forma humana. Cerciorémonos que todo lo que digamos acerca de Israel esté conforme a la revelación perfecta y última del Nuevo Testamento. 

No serás bendecido por bendecir o apoyar a Israel, sino solo por creer en la simiente de Abraham...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario