EL ANTICRISTO DE LA CONTRARREFORMA
Cuando pensamos en el Anticristo lo concebimos como un gobernante futuro que se manifestará plenamente después de la venida de Cristo. Seguro nos sorprenderá saber que no siempre se pensó así con respecto a ese personaje. Durante un poco más de 1000 años los cristianos identificaron a la ramera de Apocalipsis 17 con la Roma papal y al Papa con el Anticristo, incluso reformadores como John Huss, Martin Lutero y Juan Calvino pensaron de la misma manera que sus antecesores, pero esa manera de pensar cambió después de la reforma protestante.
LA REFORMA PROTESTANTE
LA REFORMA fue un movimiento religioso en la cristiandad occidental en la Europa medieval que surgió alrededor del año 1500 d.C. y que culminó a mediados del siglo XVII. Las causas de dicho movimiento fueron políticas, económicas, sociales e intelectuales. Pero la decadencia y la corrupción de la Roma papal serían los detonantes más conocidos de este importante movimiento que dio vida al protestantismo.
EL MOVIMIENTO DE CONTRAREFORMA
El movimiento de reforma sacudió con fuerza a la institución romana, la cual respondió con un movimiento que hoy denominamos como CONTRARREFORMA. De las filas de los jesuitas surgieron dos hombres que abanderaron cada uno, dos interpretaciones distintas y a la vez contradictorias acerca del texto del Apocalípsis, con el fin de contrarrestar el estigma que los reformadores habían puesto sobre la figura del máximo líder de la iglesia, dichas interpretaciones fueron: a) la preterista b) y la futurista.
A) INTERPRETACIÓN PRETERISTA Esta interpretación fue abanderada por Luis de Alcázar. Su propuesta preterista (pasado) consistía en interpretar todos los textos proféticos y sobre todo el libro de Apocalipsis como ya cumplidos en los primeros siglos de la era cristiana, es decir durante la época del nacimiento de la iglesia, en la Roma imperial y perseguidora de los primeros cristianos. El objetivo de esta estrategia era demostrar que si el Apocalipsis ya se cumplió, resultaría más que evidente que ningún pasaje de dicho libro podía estar haciendo referencia a los papas en el siglo XVI.
B) INTERPRETACIÓN FUTURISTA Esta interpretación al contrario de la anterior, afirmaba que el libro del Apocalipsis se cumpliría en un futuro lejano, previo al final de la historia. El propósito era claro, si el Apocalípsis se cumpliría en un futuro distante e indeterminado, entonces tampoco podría aplicarse su texto y profecía a los jerarcas romanos del siglo XVI. Esta escuela fue iniciada por Francisco Ribera de Salamanca (1537-1591) y usada de manera magistral por el brillante y célebre jesuita y cardenal italiano Roberto Belarmino (1542-1621)
DE LOS JESUITAS RIBERA, BELARMINO Y LACUNZA AL DISPENSACIONALISMO
La propuesta futurista de los jesuitas Ribera y Belarmino interesó casi dos siglos después al también jesuita chileno Manuel Lacunza (1731-1801) quien escribió bajo el seudónimo de Juan Josafat Ben Ezra. Su obra titulada “La venida del Mesías en gloria y majestad” fue condenada por el INDEX LIBRORUM PROHIBITORUM (índice de libros prohibidos) en 1924. Que su libro haya sido prohibido y que hubiese tenido dificultades con la curia romana fue lo que provocó la simpatía de ciertos círculos protestantes. Entre los seguidores del futurismo de Lacunza se encontraba Edward Irving (1792-1834) un brillante predicador y cautivador de masas quien impactó con su predicación a John Nelson Darby (1800-1882) fundador del movimiento de los hermanos de Plymouth y además reconocido hoy día como el padre del premilenarismo dispensacional. Las enseñanzas de Darby fueron seguidas por Cyrus Scofield (1843-1921) quien fuera el fundador de la Misión Centroamericana y autor de las notas de la reconocidísima “Biblia anotada de Scofield”, como también mentor de Lewis Sperry Chafer (1871-1952) cuya obra “Teología sistemática” ha dado forma a la escatología evangélica. Huelga decir que las iglesias evangélicas son dispensacionalistas.
EN RESUMEN Este escrito no es un ataque a ninguna postura escatológica, tampoco sugiere que el papa es el Anticristo, no es tampoco su intención negar o afirmar que habrá un futuro Anticristo. Este brevísimo ensayo es solo el enunciado de lo que objetivamente la historia nos dice acerca del tema con el fin de enriquecer nuestro conocimiento sobre el mismo. Conocer las raíces de nuestras creencias nos concede la libertad de cuestionarlas, afirmarlas o abandonarlas bajo la iluminación del Espíritu y las Escrituras. La búsqueda de un Anticristo futuro nos ha llevado a hacer interpretaciones aberrantes y vergonzosas del texto bíblico como también de la historia reciente y contemporánea. Creo que en lugar de perder el tiempo buscando un supuesto Anticristo futuro, deberíamos mejor identificar a los Anticristos actuales para denunciar sus prácticas y enseñanzas.
Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo (1 Juan 2:18)
Bibliografía:
Diccionario de historia de la iglesia (editorial Caribe)
Diccionario de teología premilenarista (editorial portavoz)
Nuevo diccionario de teología (Casa bautista de publicaciones)
Escatología, final de los tiempos (editorial Clie)
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